In the wake of its invasion of Ukraine, Russia has turned its focus towards building alliances in regions beyond Europe, particularly in Africa and Latin America. This has led to a divided and polarized global community.

Latin America has emerged as a particularly vulnerable target in this global power struggle. Russia has sought to establish long-term, asymmetrical dependencies with countries in the region, aiming to influence their foreign policy and democratic orientation.

The Kremlin has utilized state capture, economic coercion, military ties, and information warfare to extend its influence. Countries such as Venezuela, Bolivia, Argentina, Brazil, and Panama have become focal points for Russia’s growing engagement.

In the report Global Reach: The Kremlin Playbook in Latin America CSD presents key findings from the first comprehensive assessment of Russia’s economic and political influence in Latin America and the Caribbean.

La invasión rusa a Ucrania ha sido un crudo recordatorio para la comunidad democrática de la necesidad de identificar y contrarrestar activamente la creciente influencia del autoritarismo mundial. Las acciones agresivas de Rusia han dejado al descubierto claramente su estrategia para socavar el orden internacional basado en normas, inspirando a otros regímenes autoritarios a seguir su ejemplo y presionando a los países a alinearse con ellos o a ser tachados de “hostiles”. Esto ha conducido a que la comunidad mundial esté más dividida y polarizada.

En este juego de poder, América Latina se ha convertido en un blanco especialmente vulnerable. Rusia y China han buscado establecer relaciones de dependencia asimétricas a largo plazo con países de la región, con el fin de influir en sus políticas exteriores y su orientación democrática.

Este informe ofrece una visión detallada y un análisis exhaustivo sobre la presencia e influencia económica y política del Kremlin en América Latina.